sábado, 14 de agosto de 2010

Dinero



Hace años vi en el programa de la insufrible AR una entrevista (de los miles de millones que se han hecho) a una prostituta de lujo. A pesar de llevar pelucón y gafas para ocultar su identidad, se veía perfectamente que la moza estaba de muy buen ver y que todavía era potrilla: veinte años tendría a lo sumo la criaturita, pero ya tenía las cosas muy claras.


La insufrible AR, haciendo un alarde de su indiscutible buen hacer periodístico, le preguntó si no lo pasaba mal cuando requería sus servicios algún hombre muy mayor o poco agraciado, a lo cual ella, con una frialdad que ponía los pelos de punta, respondió: "No, yo sólo veo dinero".
Como he dicho, hace años de eso, pero yo lo recuerdo nítidamente. Me impresionó de tal forma que no he podido olvidarlo. Fue entonces cuando se concretó ante mí una idea que llevaba tiempo gestándose en mi cabeza: Quien quiere dinero sólo ve dinero.

El genial genialísimo (tanto que ni me acuerdo de que es argentino) Federico Lupi lo dice muy ingeniosamente en la película "Éxtasis": "En esta vida hay dos clases de personas, dos nada más: los que quieren dinero y los que no saben lo que quieren".

Mira que he conocido personas en mi vida... pues todas entraban en uno de esos dos grupos.

Los que no sabemos lo que queremos pensamos que también queremos dinero, pero eso no es así. Lo que ocurre es que cuando pensamos en las cosas que nos gustaría hacer o tener nos damos cuenta de que, en la mayoría de los casos, se consiguen o mejoran con dinero. Nos imaginamos, por ejemplo, una bonita casa (cuesta dinero), viajar y ver mundo (cuesta dinero), tener tiempo libre y no tener que trabajar (cuesta dinero), y un largo etcétera...

Los que quieren dinero quieren el dinero en sí mismo. Son como el tío Gilito, quieren tenerlo almacenado, disfrutan con la idea abstracta de su dinero amontonándose de forma obscena, cada céntimo ganado o ahorrado trae consigo una satisfacción, pero también el prúrito de ahorrar o ganar un céntimo más.

Los que no sabemos lo que queremos no renunciaríamos a ciertas cosas por dinero, ya que precisamente queremos el dinero para poder tener esas cosas.

Los que quieren dinero, como aquella bellísima y joven prostituta, sólo ven dinero.

Recientemente ando en tratos con uno de estos Gilitos de la vida. Por fuera está muy lejos de parecerse a aquella prostituta, no es joven ni, desde luego, guapo (es más, jamás lo fue, por eso me juego el cuello), y no es prostituta, o al menos eso se cree él. Es un señor respetable (para quien lo respete, claro, que no es mi caso), casado, padre, católicoapostólicoyromano. Pero cada vez que lo miro, que le veo pagar sueldos miserables sin inmutarse por el hecho de que sus empleados no lleguen a fin de mes, dolerse de cada céntimo que gasta, veo en él a aquella chica que afirmaba en el programa de AR "yo sólo veo dinero".

Eso sí, con dos agravantes: Éste ofende a la vista de puro feo y no sabe que, en el fondo, no es más que una puta.

6 comentarios:

Simón dijo...

Me alegro de verte escribir de nuevo.

En cuanto a lo del dinero, estoy muy de acuerdo con tus reflexiones y es más, quien no quiera dinero, que me lo dé a mí.

S.

Anónimo dijo...

esta semana creo que podre escaparme a comer un día contigo ¿como lo tienes tú?, lo podemos pagar con tu dinero o con el mio, será por dinero

cojoiden dijo...

simón, gracias por tu fidelidad...luego te envío tu cheque.
anónimo, vente a comer conmigo, claro, pagas tú, pero ¿cómo te reconoceré?

Melamachaka dijo...

¡Holaaaaa!

¡Qué tranquilidad!

El dinero está en el cielo, si lo sabré yo que perdí la cartera en Bulnes.

Yo era feliz en mi trinchera, con mi taquilla y mi litera.
Comía, dormía, "fornibaba" y no pensaba.
Ahora ya no hay guerra, tengo cama y un armario con perchera.
Como poco, duermo mal, no "fornibo" y pienso más.
Conclusión: Lo dejo todo por volver a ser pelón.

Ay Cojomía, que bien te veo, con el mismo flequillo de siempre y la mano sin alianza...

Melamachaka dijo...

Querida Cojo, ya sé que no eres ni puta como tu jefe, ni tampoco fea, a pesar del bigote, así que espero que nunca aceptes diamantes de nadie... o harás un agujero negro.

http://www.elpais.com/especial/los-agujeros-negros-del-planeta/republica-centroafricana.html

Anónimo dijo...

Mis jefes directos no controlan las nominas...gracias a dios.Pero como ya sabes esta reforma laboral les da pie a tod@s esos "hijos de mil padres".Esto se esta poniendo interesante...
Sera verdad que tenemos el gobierno que nos merecemos???Ains...tengo unas ganas de joder.