Cómo molo, me encanto, soy genial. Si hubiera más personas como yo el mundo sería maravilloso, soy tan sensible...
Cuando veo en la tele a los negritos que se mueren de hambre siempre le digo a quien esté conmigo la penita que me dan. Y si estoy a solas no digo nada, total... para qué si nadie me va a oír.
Soy tan buena persona... Llevo un lacito rojo (por el sida), un lacito negro (por el terrorismo), un lacito rosa (por el cáncer de mama) y me compro todas las pulseras solidarias.
Fui a la manifestación por el tío ese que secuestró ETA, ¿que cómo se llama? Ay hijo, no me acuerdo, hace tanto tiempo... Y el otro día, cuando el accidente de Barajas, lloré muchísimo en la oficina (estaba en la oficina cuando me enteré) y me solidaricé con las víctimas en varios foros de Internet. Es que tengo tan buen corazón... de verdad, cómo molo.
Siento un cariño inmediato por las personas que conozco, salgo una noche de copas y conozco a alguien y es como si nos conociéramos de toda la vida, la conexión (o diré feeling, que es más cool) es inmediata, y le beso y le abrazo y le hago masajes en los pies y dormimos abrazados y le digo muchas veces que le quiero, no vaya a ser que me muera sin habérselo dicho. Mi pareja no se molesta por estos ataques de amor porque también mola mucho. Molamos tanto que sólo con vernos tenemos siete orgasmos seguidos.
Si lo pienso bien me doy cuenta de que no tengo amigos de la infancia, si se me acerca un pobre por la calle me aparto (no me vaya a manchar mi preciosa camiseta del Che), le hago la vida imposible a mis subordinados en el trabajo a la par que le chupo el culo a mi jefe, levanto falsos testimonios y carezco completamente de principios y dignidad.
Pero molo mucho, siempre que le pasan grandes tragedias a personas que no me importan guardo los correspondientes minutos de silencio.
Cuando veo en la tele a los negritos que se mueren de hambre siempre le digo a quien esté conmigo la penita que me dan. Y si estoy a solas no digo nada, total... para qué si nadie me va a oír.
Soy tan buena persona... Llevo un lacito rojo (por el sida), un lacito negro (por el terrorismo), un lacito rosa (por el cáncer de mama) y me compro todas las pulseras solidarias.
Fui a la manifestación por el tío ese que secuestró ETA, ¿que cómo se llama? Ay hijo, no me acuerdo, hace tanto tiempo... Y el otro día, cuando el accidente de Barajas, lloré muchísimo en la oficina (estaba en la oficina cuando me enteré) y me solidaricé con las víctimas en varios foros de Internet. Es que tengo tan buen corazón... de verdad, cómo molo.
Siento un cariño inmediato por las personas que conozco, salgo una noche de copas y conozco a alguien y es como si nos conociéramos de toda la vida, la conexión (o diré feeling, que es más cool) es inmediata, y le beso y le abrazo y le hago masajes en los pies y dormimos abrazados y le digo muchas veces que le quiero, no vaya a ser que me muera sin habérselo dicho. Mi pareja no se molesta por estos ataques de amor porque también mola mucho. Molamos tanto que sólo con vernos tenemos siete orgasmos seguidos.
Si lo pienso bien me doy cuenta de que no tengo amigos de la infancia, si se me acerca un pobre por la calle me aparto (no me vaya a manchar mi preciosa camiseta del Che), le hago la vida imposible a mis subordinados en el trabajo a la par que le chupo el culo a mi jefe, levanto falsos testimonios y carezco completamente de principios y dignidad.
Pero molo mucho, siempre que le pasan grandes tragedias a personas que no me importan guardo los correspondientes minutos de silencio.