domingo, 25 de septiembre de 2011

Pensar

Hoy me ha dado por pensar en todas las esquinas de todas las ciudades y en que todas guardan alegrías y tristezas. Me ha dado por pensar que en este preciso instante, en que yo escribo esto, hay personas en el mundo que están muriendo, otras naciendo, que hoy ha sido el día más feliz y el día más triste.
Hoy me ha dado por pensar en esta broma absurda que es la vida, aquí nos dejan, desnudos, mudos, entre desconocidos y debemos construirlo todo desde el principio sólo para perderlo.
Me ha dado por pensar en los orgasmos y en los dolores, en qué cerca están los unos de los otros. He pensado en el miedo, y en el deseo, y en el hastío y en el rechazo.
Y la única conclusión que me ha servido es que todo se reduce a una primaria y arcaica sensualidad: sentir el sol en la piel, el murmullo del agua, el beso de un hijo en la mejilla, la dulce sensación en la vejiga tras vaciarse.
Y me ha dado por pensar y he pensado que la única forma de estar en paz es no pensar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Veo que lleva mal el precio de la fama y se refugia por ahí, cansada de tanto admirador que termina imaginándose agarrado a usted cual feliz garrapata (que conste que yo lo hice), perdida en la red, quizás en otros blogs, foros y alguna verdularía virtual.

Sí mi querida Miss Cojo, no piense más, deje al cerebro primitivo que vague por la idiosincrasia española , besito, polvete, cervecita, partidito... ya sabe.

Yo no sé por donde ha caminado; yo he trabajado con gente con tirantes y pantalón de pana y con gente cuya raya del pantalón les llegaba hasta su cabeza engominada.

Ganan por goleada los del pantalón de pana, eso sí, son más feos, huelen peor y tiene dolor de riñones, pero nunca he conocido a nadie tan feliz.