jueves, 28 de agosto de 2008

Minutos de silencio


Cómo molo, me encanto, soy genial. Si hubiera más personas como yo el mundo sería maravilloso, soy tan sensible...
Cuando veo en la tele a los negritos que se mueren de hambre siempre le digo a quien esté conmigo la penita que me dan. Y si estoy a solas no digo nada, total... para qué si nadie me va a oír.
Soy tan buena persona... Llevo un lacito rojo (por el sida), un lacito negro (por el terrorismo), un lacito rosa (por el cáncer de mama) y me compro todas las pulseras solidarias.
Fui a la manifestación por el tío ese que secuestró ETA, ¿que cómo se llama? Ay hijo, no me acuerdo, hace tanto tiempo... Y el otro día, cuando el accidente de Barajas, lloré muchísimo en la oficina (estaba en la oficina cuando me enteré) y me solidaricé con las víctimas en varios foros de Internet. Es que tengo tan buen corazón... de verdad, cómo molo.
Siento un cariño inmediato por las personas que conozco, salgo una noche de copas y conozco a alguien y es como si nos conociéramos de toda la vida, la conexión (o diré feeling, que es más cool) es inmediata, y le beso y le abrazo y le hago masajes en los pies y dormimos abrazados y le digo muchas veces que le quiero, no vaya a ser que me muera sin habérselo dicho. Mi pareja no se molesta por estos ataques de amor porque también mola mucho. Molamos tanto que sólo con vernos tenemos siete orgasmos seguidos.
Si lo pienso bien me doy cuenta de que no tengo amigos de la infancia, si se me acerca un pobre por la calle me aparto (no me vaya a manchar mi preciosa camiseta del Che), le hago la vida imposible a mis subordinados en el trabajo a la par que le chupo el culo a mi jefe, levanto falsos testimonios y carezco completamente de principios y dignidad.
Pero molo mucho, siempre que le pasan grandes tragedias a personas que no me importan guardo los correspondientes minutos de silencio.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi querida Cojoiden, Marquesa del Cabreo Paciente: la verdad, a mí nunca me había inspirado mi jefe tanto como a usted.

Ya sé, que perlas como esas hay a montones y que si algo aprenden algunos ciudadanos "ejemplares" de los simbióticos políticos y periodistas, es a limpiarse la conciencia con ayuda de retórica barata o no tan barata si pensamos que así se ganan elecciones.

Nada más, salvo que espero que algún día encuentren el gen "populum" y acabemos esta pesadilla.

Es usted todo un estímulo. Espero saludarla en la otra dimensión.

Anónimo dijo...

mi estimado angel, no me referería a mi jefe en esta ocasión, sino que he tomado al ciudadano apestoso y políticamente correcto tipo. como diría un mal actor, me he inspirado en varias personas para crear a este repugnante y, por desgracia, frecuente gasterópodo.
Usted también es un estímulo para mí, y no se preocupe, seguro que nos saludamos en la otra dimensión (y puede que hasta en las otras tres)

Anónimo dijo...

El gen populum no se encuentra, se pierde. Los ángeles sois muy inocentes (y encima no tenéis pilila).

Un fuerte abrazo y enhorabuena por su vuelta.

Anónimo dijo...

Una pena que los gasterópodos de los que hablas estén demasiado ocupados chupándose la Sra. Mari Carmen y no puedan levantar la vista para leer tu post. A lo mejor aprenderían algo sobre si mismos... Bueno,no creo... Sólo pensarían que eres incapaz de comprender su inmensa bondad, que aquello que les hace especiales les convierte en incomprendidos... Pobrecitos gasteropoditos... Guardemos un minuto de silencio por ellos.

jose manuel dijo...

Bueno pues nada yo paso aki d buen rollo(k no kiero k nadie se cague en mi abuela)a pesar de ser al primera vez que entreo pue sme ha gustado bastante.

Bueno seguire pasando asiduamente paraleer aquello que usted tenga a bien de contarnos en su blog

Anónimo dijo...

detrás del sarcasmo del post creo que hay una gran verdad, cuanta gente hace para solo por aparentar
un saludo