Volver siempre es complicado y no se pueden predecir sus consecuencias.
Dicen que no se debe volver al lugar donde una vez se fue feliz, y la verdad es que la posibilidad de la decepción (esa sensación amarga donde las haya) siempre da miedo.
Dicen que lo mejor es volver rápido a donde se pasó mal, o de lo contrario nunca te atreverás a hacerlo. Y eso es dolorosamente cierto.
A veces uno vuelve sin darse cuenta y es algo maravilloso, porque aquel lugar al que vuelve lo había olvidado y se lo encuentra de nuevo y el pasado le asalta sin pudor y es como remontarse miles de años en nuestra historia genética hasta ese milagroso momento en que aún no habíamos desarrollado nuestro córtex y el sistema límbico regía sin trabas y no teníamos conciencia del yo y éramos uno con el universo.
Los que estamos infectados por el germen de la nostalgia tenemos una relación de amor-odio con el verbo volver, que para nosotros siempre es reflexivo, aunque no lo sea, porque lo vivimos siempre hacia nosotros mismos.
Los que estamos infectados por esta enfermedad que, como todos los que la padecen saben, es congénita, crónica y degenerativa, vivimos más y más intensamente, aunque con más dolor.
Yo hoy vuelvo, vuelvo a vosotros, a todos aquellos que me lo habéis pedido y que me hacéis el maravilloso honor de leerme.
Y os doy las gracias por estar ahí.
Dicen que no se debe volver al lugar donde una vez se fue feliz, y la verdad es que la posibilidad de la decepción (esa sensación amarga donde las haya) siempre da miedo.
Dicen que lo mejor es volver rápido a donde se pasó mal, o de lo contrario nunca te atreverás a hacerlo. Y eso es dolorosamente cierto.
A veces uno vuelve sin darse cuenta y es algo maravilloso, porque aquel lugar al que vuelve lo había olvidado y se lo encuentra de nuevo y el pasado le asalta sin pudor y es como remontarse miles de años en nuestra historia genética hasta ese milagroso momento en que aún no habíamos desarrollado nuestro córtex y el sistema límbico regía sin trabas y no teníamos conciencia del yo y éramos uno con el universo.
Los que estamos infectados por el germen de la nostalgia tenemos una relación de amor-odio con el verbo volver, que para nosotros siempre es reflexivo, aunque no lo sea, porque lo vivimos siempre hacia nosotros mismos.
Los que estamos infectados por esta enfermedad que, como todos los que la padecen saben, es congénita, crónica y degenerativa, vivimos más y más intensamente, aunque con más dolor.
Yo hoy vuelvo, vuelvo a vosotros, a todos aquellos que me lo habéis pedido y que me hacéis el maravilloso honor de leerme.
Y os doy las gracias por estar ahí.
5 comentarios:
Tiene usted toda la razón, ahora yo también vuelvo a responder a sus posts con incierta certidumbre, pero en mi caso no fui feliz en su blog; por eso vuelvo.
Estoy infeliz pero contento, y más ahora por saber que el "SINPORTA" (Sindicato de Porteras) está por reivindicar la nobles tareas que antaño mantenían tan valiosas trabajadoras, como eran las noticias de la vecindad y el contacto entre vecinos, actividades sustituidas por un vulgar tablón de corcho y un ascensor estrecho con espejo, respectivamente.
Un brazo.
pues siento en el alma que no haya usted sido feliz en mi blog, eso me quita las ganas de escribir, la verdad
Celebro tu vuelta con una sonrisa. Y añadiéndote a mi barra de favoritos.
Es inútil volver sobre lo que ha sido y ya no es.(Frédéric Chopin)
Continua con esas entradas en tu blog, a mí ya me has despertado más de una sonrisa con algunos comentarios… Tan directos, sin pelos en la lengua. A mas de un@ le gustaría escribirlos pero se callan como… ya sabes.
Invitan a la reflexión
Sigue escribiendo de esa forma pues a veces tienes más razón que un santo.
Tienes una pluma privilegiada. Aquí tienes un admirador literario, y es un honor leer tu blog, de verdad.
Al que no le guste, que se jo…. o que no mire.
Vuelve a escribir, en cuanto sientas la necesidad, que mas de un@ estará en cantado de leerte, aquí un servidor.
Pues yo vuelvo a leer tu blog. Muy bueno!!! Nos vemos mañana. besos
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