domingo, 2 de noviembre de 2008

Soderfrojen

Antes de nada, y por si algún germanoparlante está leyendo, debo aclarar que esta palabra en realidad se escribe schadenfreude, pero, al igual que me pasó con Coohagen, cuando el padre de mi hijo me la dijo por primera vez mis orejas, atrofiadas por la fonética para vagos del español, oyó soderfrojen y para mí siempre se dirá así.
La soderfrojen es una palabra maravillosa. Ya se sabe que los alemanes saben mucho de eso de joderle la vida al personal y de disfrutar con ello, así que es lógico que su lengua disponga de esta maravillosa palabra que significa "sentir alegría ante la desgracia ajena" (si señores, los teutones son los amos, una vez más queda demostrado).
Dicen los alemanes que la sordenfrojen es la alegría más bella, puesto que es la única alegría sincera...
Hay que merengarse con los tudescos, qué mala baba se gastan, y encima con razón, porque el que no haya sentido la soderfrojen que tire la primera piedra...
Hagan un ejercicio de sinceridad conmigo, que no se lo voy a decir a nadie, piensen en la siguiente situación: usted se despierta a las 8 de la mañana, se da cuenta de que es sábado y puede seguir durmiendo.
Introduzcamos un matiz: usted se despierta a las 8 de la mañana, se da cuenta de que es sábado y puede seguir durmiendo, mientras se acurruca bajo la manta oye cómo su compañero de piso se levanta para ir a trabajar.
¿Cuál de las dos situaciones es más placentera?
No hace falta que conteste, la respuesta la saben hasta los negros de Uganda.
Ser guapo es un placer porque hay feos. ¿Se imagina usted un mundo donde todos fuéramos como el negro del CSI? Pues vaya mierda... ¿o no?
La soderfrojen es la leche, yo he visto a gente retorcerse literalmente de placer al sentirla. Hay momentos de soderfrojen gloriosos: encontrarse con el guaperas del instituto y ver que se ha quedado calvo, cuando a tu ex novia que te trató tan mal la dejan plantada en el altar y se piran con su mejor amiga, cuando a tu vecino el del Mercedes se le lleva el susodicho la grúa... y así hasta el infinito.
Pero la soderfrojen definitiva es ver que, después de que todos los que usted conoce se han entrampado hasta los colodrillos para comprarse un piso y usted no pudo, ahora los pisos valen diez kilos menos. ¡Eso es de orgasmo múltiple!
No, si todavía los bancos nos van a dar alguna satisfacción...



3 comentarios:

Daniel Hermosel Murcia dijo...

Acabo de llegar a mi casa, atasco mediante, y sí, no hay nada como ver al capullo del audi a3 que te pasó sin compasíon unos kilómetros atrás entre un camión y un autobús sin poder hacer nada por evitarlo... La soderfroje es la leche (que mala persona me siento, ¡pero cómo me gusta!)

cojoiden dijo...

verdad que si? no es usted mala persona, sólo es mediocremente cabroncillo (como lo somos todos)

Rosalía dijo...

Mira que eres mala!!! Yo no suelo sufrir estos placeres. No me gusta pq enseguida me identifico con el prójimo, pero alguno admito que si he tenido.
Besos