lunes, 4 de enero de 2010

Format C:\

Una de las últimas cosas que hice en 2009 fue ir a la clínica Ruber (me sentí un poco princesa) a hacerme una resonancia magnética. Digo que fue una de las últimas porque me la hicieron el día 31 de diciembre a las cuatro de la tarde... cosas de la Espe.

Para los que no sepan cómo va la cosa diré que te meten boca arriba en una especie de sarcófago durante veinte minutos. Esos veinte minutos se hacen larguísimos, me podéis creer. El hecho de estar allí, veinte minutos, con los ojos cerrados, sin hablar ni moverme, unido a que fuera precisamente el último día del año, me llevó, inevitablemente, a recapitular.


Me dediqué a pensar en los acontecimientos más relevantes, no sólo de 2009, sino de toda mi vida. Últimamente estoy siempre, por unas cosas u otras, haciendo balance. La muerte de mi perrita ha sido un gran punto de inflexión, ya que se ha llevado consigo catorce años y todo lo que en ellos cabe. Mi karma está un poco revuelto, inexplicablemente están regresando personas de mi pasado, algunas incluso de la infancia, muchas de ellas me hicieron daño y vuelven para pedir perdón (como si estuvieran siguiendo los doce pasos).


Tengo la constante sensación de estar despidiéndome de mi vida conocida. Esto sólo me ha pasado una vez antes, unos meses antes de quedarme embarazada de mi hijo. Por eso sé que se avecina un doble salto mortal, y es posible que sin red. Nunca me ha fallado la intuición y todas mis grandes catástrofes se han producido por no escucharla.


Tras acabar el año en un sarcófago haciendo balance empecé el nuevo con un sensacional virus en el ordenador. Un virus muy cabrón, por cierto. De esos que se agarran a un archivo oculto del sistema y que no se dejan eliminar ni usando salfumán.


Además (otra vez mi karma y sus señales) era un virus muy cruel para mí, porque no me dejaba escribir. No me ha quedado más remedio que formatear C. Borrarlo todo, barrerlo, desincrustar toda la porquería, y ahora el ordenador va como la seda.


Ay, sería tan práctico poderse formatear el C... (que cada uno rellene los puntos suspensivos con lo que prefiera)


Imaginadlo por un momento, cada vez que a uno se le mete algo maligno en el sistema, cada vez que nos infecta un perverso ejecutable disfrazado de, por poner un ejemplo, chico sensible que llora escuchando boleros, poder entrar en ms-dos y escribir simplemente format C:\ y asunto solucionado.


Pero tal vez se pueda, ahora que lo pienso. Sólo hace falta, eso sí, tener a mano un buen disco de arranque.


Y yo lo tengo.


10 comentarios:

Chaka+ dijo...

¿Usted formateada? Y de qué sirve, si siempre instala el mismo sistema con sus vulnerabilidades sin solución.

Y luego no actualiza el antivirus, lo digo porque su sistema siempre está infectado de orgullo y no recibe ningún aviso.

cojoiden dijo...

Desde luego demuestra usted no conocerme en absoluto, porque seguramente sea la persona menos orgullosa que existe. Ése es mi problema. No valorarme. Darle cosas buenas a quien no me corresponde, ser, como usted bien dice, vulnerable.
Y recibo avisos, ya he dicho que mi intuición falla poco, por no decir nada. Con el último ejecutable, sin ir más lejos, no se puede ni imaginar la de veces que me saltó el pop-up "cuidado, archivo malicioso", pero yo lo ignoré repetitivamente... y así me ha ido

Chaka+ dijo...

Cambie el sistema, ya le digo.

¿Sabe el cuento del elefante atado por una pequeña cuerda?.

cojoiden dijo...

pues encantada de cambiar el sistema... en cuánto me diga usted cómo se hace eso
no conozco ese cuento, pero algo me dice que me lo va a contar usted

Melamachaka+ dijo...

(Ojo, que va sin publicidad)
Bueno, pues el cuento es bastante conocido entre los buscadores de "porqués".

Es un elefante de circo que lleva amarrado toda su vida a una cuerda atada a una pequeña estaca. Lo ataron de pequeño y como es lógico luchó para liberarse, como hacemos nosotros en esa etapa. Pero curiosamente cuando empezaba a ser lo suficiente adulto para romper su atadura, no intentó liberarse más.

Aunque hay una interpretación básica, yo diría que es un cuento con el que se explican muchas cosas.

Por ejemplo, podemos hablar de la habituación; usted puede vivir bajo un peligroso volcan ya que nació allí, con los temblores, la cenicita en la sopa y una pelota de piedra pomez.

Podemos hablar de indefensión aprendida; usted aprendió que es vulnerable, de pequeña la convencieron de que era así o tuvo un suceso muy traumático que la hizo generalizar el miedo.

Pero hay algo más, se trata de un elefante no de otro animal; se quiere resaltar el fenómeno de la memoria y quizás de algo más en nuestro caso, memoria y subconsciente, que actúan pero no nos damos cuenta de ello ni de que hay un recuerdo que nos hace ser como somos.

Usted es inteligente y lo que he contado lo habrá pensado alguna vez.

Pero si quiere cambiar va a tener que hacer varias cosas que requieren un poco de esfuerzo. Lo primero es conocerse. Usted me dice: "demuestra no conocerme en absoluto". No me diga que nadie le ha llamado algo parecido a orgullosa. Bien, pues hay que tomar nota de cómo nos ven los demás si queremos conocernos. Eso no quiere decir que tengamos que mantenernos atados a la cuerda que nos pongan. Así que sería bueno, que hiciera acopio de diversas evaluaciones de personas cercanas, mejor cuanto más descaradas.

En segundo lugar, haga una catarsis completa, utilice a una persona o coja un montón de "foslios" (mejor ambas cosas) y cuente toda su vida, mientras escribe dibuje cosas dejándose llevar, lo que salga (puede analizarlo o preguntar a alguien qué le parece). Repase una y otra vez su vida en el papel como si fuera un examen final y hágalo varios días aleatorios. Mezcle esto con algún viaje relajante, donde haya agua, viento y vegetación. Vaya en metro en hora punta y recuerde todo lo que ha pasado por su cabeza menos al morenazo que la miró.

Poco a poco se forma un mapa mental, es posible que afloren cosas. Es importante intentar colocar las palabras como "sexo" "materialismo" "religión" y qué han significado en su juventud y qué relación hubo entre esas cosas, usted y los demás.

Cada vez que conozca a alguien o viva una nueva experiencia lo colocará en el mapa reconstruido y el mundo lo verá de otra manera, sin que ello garantice felicidad ni que el nuevo sistema no tenga vulnerabilidades; no olvidemos la energía cuántica o cuantica energía hay sin controlar.

Si por casualidad, al cabo de cierto tiempo, descubre que ha ocultado algo, por odio, miedo o verguenza, después de repasar y repasar su vida, puede que sea la clave de todas sus vulnerabilidad.

En realidad, usted lleva tiempo haciendo algo parecido con su blog, pero, con perdón, son sólo "supuraciones" (no lo coja en sentido despectivo, yo bebo su "pus"), debería "operarse". Aunque, sinceramente, creo que será como dijo Victor: ¡Déjame en paz! que no me quiero salvar, en el infierno no estoy tan mal.

Espero que no se me enfade por emborronar su blog, usted me dijo "cuéntame" y yo conté.

Juan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Chk+ dijo...

Reboot

Carlos dijo...

Tú encuentra el sistema operativo para reinstalarlo todo y tal vez me apunte.

¿Cuál es el punto cero?

cojoiden dijo...

carlos (por cierto, ¿cuál de mis carlos es usted?) anoche me encontré con un sistema de reinstalación bastante majo, pero debe ser que esas cosas no se buscan. Se encuentran

Rosalía dijo...

Suerte con esta nueva etapa. Estoy segura de que no te vas a aburrir nada!!!. Yo también creo en esas señales y creo que yo tb estoy en esa etapa. Ya veremos como de acertadas o equivocadas estamos.
besos