sábado, 10 de octubre de 2009

Cinco de todo revuelto



Eso es lo que nos decía mi madre cuando le preguntábamos ¿Qué hay de comer?, y lo que ella pretendía darnos no era un plato único, como estofado o lentejas, sino cosas que le habían ido sobrando y que aprovechaba para endosarnos de una vez. Así nos presentaba ante los ojos y los dientes un plato con cosas como un huevo frito, una salchicha, tres pimientos, dos croquetas y medio filete. Un día le pregunté a mi queridísima por el origen de aquella expresión y me dijo que era lo que le pedían al de la tienda de chuches cuando eran pequeños y no se querían decidir por un único caramelo, cinco céntimos de todo revuelto. Entonces, cómo no, me vino la reflexión.
Cuántas veces en la vida optamos por eso, por cinco de todo revuelto en lugar de concentrarnos en un único objetivo. Tengo la impresión de que las personas que triunfan en la vida (según la concepción moderna de triunfar, claro, que para mí triunfar es otra cosa) son las que se ponen las orejeras de burro y no ven más que lo que quieren ver. Esas personas nunca piden cinco de todo revuelto en la tienda de chuches.
Hoy, para celebrar la reinauguración de mi blog, quiero escribir un cinco de todo revuelto. Un post sin tema y con todos los temas.
En mi última entrada os pedí que me sugirierais palabras, si he de ser sincera ninguna me inspiró. Pero voy a usarlas todas.

Bebé: el olor más maravilloso del mundo es el que desprende la coronilla de un bebé, tener un bebé en brazos es una sensación orgásmica. En un bebé todo es energía potencial. Por eso los adoro.

Albahaca: yo nunca digo albahaca, aunque como palabra árabe que es me encanta, siempre digo basilico, en italiano. Vaya usted a saber por qué. Hoy he soñado que viajaba a Venecia para reconquistar al mio marito, eso nunca sucederá. Fui imbécil y eso ya no tiene solución.

Churro: no me gustan los churros, perdone usted, yo soy de porras. Se puede saber mucho de una persona a través de estos detalles supuestamente inocuos. A mí la gente que prefiere los churros me da como grimilla.

Sardónico: cuando oigo esta palabra no puedo evitar asociarla a la risa. Una risa sardónica, qué habría sido de la mala literatura sin esta combinación léxica.

Durazno: lo siento pero para mí no existen los duraznos, existen los melocotones. Y ni siquiera. Cuando Prognato era Prognatito aprendió a decir melón, y cuando intentamos enseñarle a decir melocotón él dijo melón toncón. Desde entonces en mi casa no se comen melocotones sino melontoncones.

Leitmotiv: esta palabra no encaja en este post, por lógica pura. Quien tenga un leitmotiv nunca podrá entender el concepto del cinco de todo revuelto.

Resiliencia: esto es lo que un gitano diría "a las penas, puñalás"

Estólido: Aznar.

Clamar: lo siento, cuando oigo esta palabra sólo puedo recordar aquella poesía que recitaba un argentino mientras hacía una performance (¿o es un performance?) "Dios las puso en el fin de la Tierra, son las islas Malvinas que claman venganza y al pueblo argentino"

Ferocidad: esta palabra me parece entrañable, siempre me hace recordar a la Golfita de cachorra intentando matar a aquel peluche.

Joder.... qué mierda: es aplicable a taaaaaaaantas cosas.....

Mastur-Bar: hay que masturbarse más, pero no el cerebro, ¿vale?

Mausoleo: Yo estaba nerviosa, emocionada, mientras la fila avanzaba, la luz era tenue como corresponde a tan solemne lugar. De repente, antes de lo esperado, apareció ante mí. Parecía que estaba dormido. Era él. Se me escapó una lágrima. Menos mal que estás muerto, pensé, y no puedes ver lo que han hecho con tus ideas. Podría tratarse de Cristo, pero era Lenin.

He vuelto, y con ganas renovadas. Gracias por leerme, gracias por esperarme.


4 comentarios:

Juan dijo...
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Anónimo dijo...

Mis rapadas nenazas lo estaban pasando mal sin ver su blog. Ahora en vez de ponerles pornografía dura les obligo a leer sus pliegues mentales.

Cuando se canse de hacer trabajos cutres y mal pagados, le reservaré una plaza fija (no disponemos de sillas giratorias) en el "Centro de Recuperación de Soldados Cagarrutas y Generales Bujarrones"

Mi querida Cojo, sinceramente, su "ello" cada vez está mejor.

cojoiden dijo...

Juan: yo también he hecho trampa con lo del performance (¿o es la performace?), en realidad sucedió antes de mi nacimiento en una sala de fiestas catalana y fue presenciado, y recurrentemente recordado con regocijo, por mi augusto padre.
Anónimo: ¿en qué consistiría exactamente mi trabajo? Porque podría considerarlo. No tiene usted idea de cómo está mi ello, si yo le contara lo que he soñado esta noche...

Juan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.