domingo, 11 de enero de 2009

Yo no soy nada


Yo no soy nada y del polvo nací... me enseñaron a cantar las monjas de pequeña.
Tenían razón: nací de un polvo (como todos) y además no soy nada.
Yo no soy nada, lo siento constantemente. Lo confirmo cada día, al encender el televisor y recibir el horror que vomita sin cesar.
Yo no soy nada, no soy nadie, y no puedo detener tanto horror.
Veo bombas, veo niños heridos, niños que lloran. Soy empática, por suerte o por desgracia, y no puedo evitar ver a mi hijo en esos niños. Me pregunto si los que provocan eso tienen hijos, si saben lo que duele un hijo o si saben que a todos nos duelen nuestros hijos.
Cuando un hijo llora el corazón se desgarra. Cuando un hijo sufre es insoportable. Cuando un hijo falta nos falta el aire.
Veo a un niño herido, al que cosen sin anestesia, un niño muy pequeño que llora de dolor. ¿Qué haría yo si tuviera que ver a mi propio hijo padecer así? ¿Qué puedo hacer yo para que ninguna madre tenga que ver eso? Nada. Porque yo no soy nada. Yo no cuento, como no cuentas tú, ni ése, ni aquél. Y los que sí cuentan no deben saber lo que duele un hijo. Y si lo saben deben creer que no a todos nos duele por igual. Y si no lo creen les da lo mismo.
Los que pueden hacer no hacen. Y yo, ¿qué puedo hacer yo?
Hago lo único que puedo: abrazar a mi hijo y sentirme muy agradecida por que no sea él al que cosen sin anestesia.
Y escribir esto, aunque esto no sirva para nada.
Porque yo no soy nada. Ni tú. Ni ése. Ni aquél.

Y mucho menos éste:





Que me expliquen que tiene que ver esto con Hamas

1 comentario:

Dav. dijo...

Lo que está sucediendo en Gaza es una matanza, están provocando una exterminación de la que queda avergonzarse como ser humano…

Los que se prestan a masacrar la población no son más que una escoria. No se valora la vida humana, crean diferencias entre etnias, razas o pueblos cuando todos pertenecemos a la misma tierra. Tantos civiles,sobre todo los niños, sufren las consecuencias de esta absurda gerra(como todas) sin poder escapar ni evitar... Es algo tan triste, absurdo y vergonzoso que demuestra una vez más que la estupidez humana no tiene límites.
Cuanta impotencia y tristeza...