sábado, 3 de enero de 2009

Año nuevo, la misma mierda

Yo lo hice, por mí no quedó. Juro que lo hice.
Me puse las bragas rojas, me comí las doce uvas, metí el anillo de oro en la copa de champán, escribí las cosas negativas en un papel y las quemé con la última campanada....
Yo lo hice, juro que lo hice. Por mí no quedó.
Entonces, ¿dónde está mi vida nueva?

Año nuevo, vida nueva. Pero los judíos siguen bombardeando a los palestinos.
Año nuevo, vida nueva. Pero nadie cura mi corazón.
Año nuevo, vida nueva. Pero todos decían las mismas tonterías en la fiesta de Nochevieja
Año nuevo, vida nueva. Pero seguías sin estar tú.
Año nuevo, vida nueva. Pero en Chad van a lapidar a otra "adúltera".
Año nuevo, vida nueva. Pero el absurdo sigue aquí.
Año nuevo, vida nueva. Pero la gente sigue muriendo de hambre.
Año nuevo, vida nueva. Pero mi teléfono no sonó.
Año nuevo, vida nueva. Pero siempre pagan los mismos.
Año nuevo, vida nueva. Pero aún te echo de menos.

Año nuevo, sí, pero la vida sigue siendo igual de gastada, de manida, de obsoleta, de pesada, de intangible, de molesta, de lesiva, de esperpento, de lamento, de función de circo malo, de fachada de extrarradio, de canción desentonada, de buscona mal encarada, de superflua, de profunda, de insulsa, de sabrosa, de barata, de costosa, de invivible, de inviable, de absurda, de imprescindible, de incomprendida, de incomprensible.

Año nuevo, sí, pero la misma mierda.




4 comentarios:

Maria dijo...

Y llueve y está gris ¡demonios! Menos mal que nos quedan las bragas rojas, las uvas, el anillo de oro y todo lo demás, para recordarnos que con un pelín de suerte dentro de 363 días podremos repetir las mismas chorradillas y seguir sufriendo por las cosas de siempre. Besos enlazados con mis mejores deseos.

Simón dijo...

No sirven de nada las bragas rojas ni las uvas, ni el anillo en el champán... bueno sí, sirven para una cosa: como método de autosugestión, a modo de placebo para el alma.

Sólo hay dos cosas que sirven: una está dentro de tí y la otra dentro de las personas que te quieren. La que está dentro de tí se llama autoestima y la que está en los demás se llama de muchas maneras, según quién te la dé: apoyo, ayuda, comprensión, compañía, ejemplo, cariño, saber escuchar, saber aconsejar, saber decir no, saber decir sí... saber no decir nada y dar un abrazo... todo ello junto puede hacer que las bragas rojas y todo lo demás hagan efecto. Feliz año, Lorena.
S.

Anónimo dijo...

Todos los años tendrán cosas malas, de eso tengo la seguridad. Pero las cosas buenas, aunque sean pocas y pequeñas, siempre estarán ahí. Y, de hecho, cuantas menos sean y más pequeñas, más grandes se harán al compararse con las malas. Así pues, se puede tener una gran pérdida, como de una pareja, y un pequeño hayazgo, como una amistad; pero ¿no es cierto que al compararlos podemos llegar a igualarlos?

Espero que sí.

Un abrazo, amiga mía.

Kyu.

Dav. dijo...

Las bragas rojas solo sirven para reirse un rato... Tal vez tengamos qu eponer de nuestra parte para ver las cosas desde otro angulo, tal vez tengamos que aceptar ciertas cosas y seguir adelante sin mirar atrás. Tal vez tenga que cambiar uno mismo antes que cambiar a la vida o cambiar a otros, no crees?...