martes, 18 de agosto de 2009

Sueños

Soñé que debía correr pero las piernas no me respondían.
Soñé que entraba en el metro y habían cambiado todas las estaciones de sitio.
Soñé que llegaba tarde a trabajar.
Soñé que necesitaba llamar a alguien y el móvil no funcionaba.
Soñé que tenía que hacer el equipaje y no conseguía guardarlo todo.
Soñé que estaba de vuelta en la universidad, tenía exámenes y había faltado a clase los dos últimos meses.


Soñé que mi hijo se me moría.
Soñé que un perro rabioso me atacaba.
Soñé que mi novio me ponía los cuernos.
Soñé que se los ponía yo a él.


Soñé que me maquillaba de forma exagerada.
Soñé que alguien fumaba delante de mí.
Soñé con bichos.
Soñé que quería decir muchas cosas y la voz no me salía.
Soñé que conducía en dirección contraria.

Soñé que participaba en orgías.
Soñé con casas con innumerables puertas que conducían a innumerables estancias.
Soñé que era lesbiana.
Soñé con cuartos de baño.
Soñé con supermercados llenos de comida.

Soñé que volaba.
Soñé que cogía un tren.
Soñé que cogía un avión.
Soñé que me bañaba en el mar.

Soñé que me moría...

El psicoanalista me dijo que los primeros sueños reflejan ansiedad, los segundos miedo al fracaso sentimental, los terceros falsas amistades e impotencia para gobernar mi vida, los cuartos frustración sexual, los quintos deseos de escapar y el último la necesidad de renacer.

Así que antes pensaba que podría tratarse de malos presagios, pero ya he descubierto que soy ansiosa, insegura, pusilánime, frígida y fóbica.

Me quedo más tranquila.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre es un buen punto de partida conocerse a sí mismo (o eso he oído decir...).

S.

Anónimo dijo...

Cojo, a veces pareces dura y otras de paja pareces.

Pero en todas estas hermosa, con una mente que rebosa un deseo: ternura

Reconócelo, no puedes vivir sin dejar de escribir y que te escriban, digan lo que digan.

melamachaka dijo...

... Y a mí, me salen las cosas así... como las pienso.
Que unas veces soy ricino y otras romero.
Que unas veces te odio y otras te quiero.
Que lo siento si a veces me paso, es que no puedo evitar darte un repaso, porque...
Cojo, a veces pareces dura y otras de paja pareces.