viernes, 31 de diciembre de 2010

Querido 2010

Mira, a pesar de que por ahí te están poniendo fino, yo te voy a llamar querido. Ya te marchas y nunca volverás, no tiene sentido discutir a estas alturas. Además, sólo eres un año, tú no has hecho nada, las cosas las hacemos nosotros, incluso a ti te hemos hecho nosotros. Es un poco absurdo, por tanto, echarte ahora los perros por lo que no nos ha gustado.
Es verdad que en tu reinado han pasado cosas chungas, se me ha muerto mi Saramago, joder, y eso duele. Pero yo ya no veo la muerte como algo negativo, precisamente gracias a él, y eso hace que duela un poco menos.
No has sido el año de la realización profesional, eso es indiscutible. No has sido el año del amor, eso es más indiscutible aun. No has estado mal en el sexo, también es verdad, pero de eso no se habla, o eso dicen.
Lo que sí has sido, y eso te lo tengo que reconocer, es el año de la amistad. Durante tu mandato he conocido personas horribles, es verdad, pero también, y me quedo con esto, maravillosas.
La amistad es lo más bello que puede tener el ser humano, y esto es algo que siempre creeré. Es la relación más hermosa de cuantas se pueden establecer entre individuos. No viene impuesta por un imperativo genético, no es esa esclavitud enajenante del amor sexual, no media en ella ningún interés que no sea el regocijo de que exista esa persona y de que tú te la hayas encontrado.
Soy rica en amigos, no porque tenga muchos sino porque los que tengo son maravillosos. Siendo como soy lo más alejado del color gris, he despertado y despierto muchas antipatías, algunas viscerales y aterradoras, pero, en compensación, quien me quiere me quiere a muerte. Eso es así.
Si hay algo que odio son ese tipo de expresiones como "yo me llevo bien con todo el mundo" "a mí es que nadie me cae mal". Las personas que dicen este tipo de cosas me sugieren una de estas dos posibilidades:
1. Mienten, lo cual quiere decir que son unos hipócritas redomados.
2. Dicen la verdad, lo cual quiere decir que las personas les dan lo mismo y tienen una nula capacidad de compromiso.
Ya lo dijo Cristo que no se puede servir a dos amos. Si intentas quedar bien con todo el mundo no puedes establecer verdaderos lazos.
Quizá esa es la razón de que mis amigos sean también personas fuertes, llenas de color y de pasión, personas libres que no temen lo que los demás puedan pensar de ellos.
En tu periodo, como te decía, querido 2010, he gozado profundamente de la amistad. De la nueva y de la de siempre. Ya conoces a mi vaca, seguramente el gran amor de mi vida. Mi vaca siempre ha estado ahí. Yo muchas veces bromeo diciendo que si no pudiera ir a mi cita con el psicólogo perfectamente podría mandarla a sustituirme. Lo sabe todo de mí. Y ya no hace falta ni que yo se lo cuente. A veces tengo ganas de matarla y muchas veces más ella tiene ganas de matarme a mí. Si discutimos estoy muy triste hasta que nos reconciliamos. Es mi vaca, puedo decirle tranquilamente que no me apetece levantarme del sofá, no tengo que quedar con ella por compromiso y me regaña si hago algo que no le parece bien.
Yo no me imagino ya la vida sin ella, y la imagen de la vejez que tengo en mi mente es paseando con mi vaca y que me diga con esos ojillos perversos y picaruelos que sólo ella sabe poner "¿Te acuerdas de cuando....?"
Otro gran amor de mi vida es mi Eufrasio. No se lo digo muy a menudo, pero todos los días me acuerdo de las cosas que ha hecho por mí. Eufrasio se fue hasta el aeropuerto de Moscú, cruzándose toda la ciudad a menos 20 grados para recogerme a las 7 de la mañana, porque estaba embarazada y no me quería dejar sola. Eufrasio me hacía la cena y me la traía a la cama cuando las náuseas no me dejaban levantarme. Eufrasio me ha consolado cada vez que mi amígdala ha hecho de las suyas. Ha sido bueno conmigo desde que me conoció y ahora lo es con mi hijo.
Durante tu reinado, querido 2010, ellos han seguido a mi lado y doy gracias por ello.
Pero no son los únicos por los que tengo que dar las gracias.
Tú, querido 2010, me has traído a Gon y Eva (y con ellos a las geniales locuelas), me has traído a mi linda Rosalinda, me has traído a Natalia y a Luismi, me has traído a ValenGreen, me has traído a la dulce Silvia y me has traído al mensajero más dicharachero.
Y lo que es más importante, muy al final, como broche de oro, me has traído de vuelta una cosa que ya no esperaba recuperar: me has traído a Lorenita, la cuentista de Hamelin.
Que te vaya bien, querido 2010, te guardaremos en las fotos, las hemerotecas y el corazón.

3 comentarios:

HIJA DE LA LUUUNAAAA dijo...

Gracias por decirlo y sobre todo por sentirlo. A estas alturas ya creo que los libros se equivocan y éste que tenemos es el amor de verdad, el que dura toda la vida. Éste es el que venía de vidas pasadas y estará en las futuras y no el otro.
Gracias por 2010 y, por adelantado, por 2011.

Ahora, ya te echaré en cara, ya, que hayas llamado ojillos a estos dos luceros que tengo en la cara. Esperaré al 31 de diciembre de 2040. Y ya sabes que una vaca siempre cumple su palabra.

Livingstone SUPONGO dijo...

Vaya , señorita Cojoiden, hace relativamente poco que la sigo, pero me alegra ver que ha vuelto a retomar uno de sus quehaceres favoritos, y que va a seguir deleitandonos con su pluma mordaz y a veces afilada, pero cargada de verdad, generalmente.

Le deseo lo mejor para el "Esperado 2011", y mencionar que como siempre... Todo es "relativo". Éste año, para algunos, ha sido maravilloso... para otros, y gran parte de familias, no tanto, y a decir verdad, por lo que se puede intuir... su primogénito, el 2011, no tiene pinta de mejorar mucho. Pero ahí es donde entramos nosotros, para no rendirnos y sacar lo mejor del mismo.

Que pase usted un magnifico año nuevo Mrs. Cojoiden.

Saludos, supongo...

Rosalía dijo...

Me dejas sin palabras... Cuando las recupere vuelvo a escribir. Muchos besos y feliz entrada de 2011